Marbella Express, por Mirey Haralampieva – domingo 29 de enero de 2008

El pintor Félix Muyo nació en Madrid en 1948 y se prepara para celebrar en febrero su sesenta cumpleaños “siempre con la misma ilusión personal y profesional y con grandes proyectos de futuro”. Comenzó su carrera artística desde que dio sus primeros pasos, aunque asegura que empezó a considerarse un pintor a los 25, tras lo cual realizó viajes culturales recorriendo, durante cuarenta años, países de todos los continentes.

Acaba de clausurar la exposición de las diecinueve obras que formaron parte de su colección ‘Conciencia del Torso’. La muestra se exhibió en la Galería ‘Houses of Art’ de la ciudad, donde mostró una metáfora que dejó explícitas las consecuencias que origina el cambio climático en el mundo.
Hoy, se prepara para nuevas aventuras sumergidas en la literatura. Todas sus obras y proyectos; escritos sobre papel o plasmados sobre lienzo, persiguen la intención de llegar a las conciencias para incidir en la necesidad de luchar contra la guerra; potenciar la cultura o perseguir una justicia “merecida para el planeta”.

¿Su última obra, la ‘Conciencia del Torso’, es fruto de sentimientos personales?

Las diecinueve piezas de la colecci ón pretenden mostrar una metáfora a través de la cual las personas tomen conciencia de lo que supone permitir que   el cambio climático de apodere del planeta. Trabajando con diversos materiales y combinando figuración con abstracción la exposición traslada al espectador a entornos oníricos, donde éste adopta premoniciones de esperanza y, al mismo tiempo, reflexiona sobre el amenazador fantasma del cambio climático. Entre todos tenemos que aportar nuestro granito de arena y poner un poco de nuestra parte para evitar sus consecuencias. Yo lo hago de la mejor manera que sé: a través de mis pinturas.

¿En qué momento se convierte en un artista que lucha por las causas sociales?

Todas mis obras tienen estas connotaciones. Desde hace cuarenta a ños intento, a través de las pinturas, dar un toque de atención con respecto a diversos problemas sociales. Me interesa proteger la ecología persiguiendo el concepto de la cultura. Ya en mi primera exposición en los años setenta, en Londres, intentaba ofrecer una muestra de los problemas que vivimos en los días de hoy y de que es posible utilizar muchas tecnologías adaptadas al medio ambiente. Mi pintura siempre ha estado implicada en el arte social.

¿En qué países desarrolló sus trabajos?

He vivido varias etapas art ísticas en Marbella, aunque también estuve trabajando unos años en rincones especiales de Cuba, París, Londres y Madrid. A pesar de ello, casi todas las obras han nacido aquí. Eso sí, he estado exiliado durante ocho años. Decidí irme de Marbella en 1999 por la corrupción que vivía la ciudad y los problemas que han traído los gobiernos durante los últimos tiempos. He vuelto hace casi dos años y ahora me voy a quedar aquí porque quiero que mi arte y mi persona envejezcan en esta ciudad, en esta tierra que tanto me inspira.

Un pintor, ¿nace o se hace?

Nací pintor, inmerso en una infraestructura artesanal, y comencé a pintar a los trece años. Después de vivir un proceso muy bohemio por Europa, a los 25 empecé a tomármelo en serio. El problema es que uno nace siendo pintor, pero luego es muy difícil iniciarse en este sector.

¿Qué percepción de la realidad tiene un pintor que no tienen las demás personas, a la hora de crear?

Yo siempre hablo desde mi experiencia como artista plástico. Es el hábito lo que te enseña a crear.

Tengo entendido que también está creando obras literarias…

He trabajado en cuatro obras que est án listas para editar. Estoy a la espera de publicarlas, en cuanto lo decida y en cuanto tenga una buena propuesta. Todas son críticas sociales, a las religiones y al estado en el que se encuentra el planeta. Una de ellas es “Mono loco y oso preguntón”, que aborda una conversación social entre ambos que desemboca en curiosas conclusiones.

¿Qué soportes utiliza para crear sus obras?

Me centro en las pinturas que recrean imágenes tomadas  tanto desde el aire como con los pies en la tierra, trasladados a tablas o lienzos.

¿Blanco y negro o color?

Me gusta la metaf ísica del color, así como toda la gama de colores cromáticos.

Sus maestros.

Todos los que se han puesto ante mis ojos, profesionales del arte o familiares. Tambi én, aspectos como la vida y la juventud, analizando y adquiriendo las influencias que adopta uno mismo.

¿Qué le parece el panorama actual artístico marbellí?

Ahora que estoy de nuevo en la ciudad creo que ésta se merece más. Marbella es mi tierra y he logrado impulsar desde aquí el 70% de mis creaciones. Me parece el lugar correcto para crear, el cual espero que potencie más su cultura.

¿Es alentador?

Marbella es el sitio ideal para pintar, comprar y promover el arte. Aunque es una ciudad que no solamente necesita de un esp íritu especulativo de cara el dinero frío y duro, sino de un nuevo concepto, abierto a la cultura y donde exista la inspiración intelectual que impulse a la gente a participar en eventos. Deberían empezar a inaugurarse más galerías de arte en la ciudad.

¿Cuáles son sus proyectos a corto plazo?

Tengo listas numerosas obras para realizar tres exposiciones, una probablemente en Ámsterdam y una segunda en Moscú. Todo, junto a ‘Houses of Art’, galería con la que trabajo de forma exclusiva aquí.

Una ilusión.

Luchar por el bien de los dem ás y buscar la paz. Pronto, la naturaleza nos doblegará y entenderemos que tenemos que equilibrar nuestros actos en la tierra.

Fuente del artículo: Marbella Express, do

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